jueves, 26 de marzo de 2009

Leirióessa

Estamos comentando en una asignatura para profanos (=no alumnos de Filología Clásica) la Ilíada, canto por canto, en traducción. El otro día, en el canto III, les señalé el verso 152, que me había llamado la atención.
Está hablando de los ancianos de Troya en torno a Príamo (copio la traducción de Emilio Crespo):

La vejez los había retirado del combate, mas eran consejeros
valiosos, parecidos a las cigarras que por el bosque,
posadas sobre un árbol, emiten su voz de lirio.
Les pregunté si les gustaba y una alumna me dijo que no. Y tenía razón, había algo que chirriaba (nunca mejor dicho). A mí la voz de lirio me sonaba a la voz de nardo de Lorca (y eso me hacía desagradable la frase: hace años que creo que he superado a Lorca).
Y parecía una sinestesia, pero rara y que quizá fuese uno de esos casos en Homero que ni él mismo quizá sabía lo que ponía, porque era una de esas joyas ya viejas que él usaba porque las había heredado de la tradición, como el camafeo de la abuela que se pone la nieta joven, pero que no sabe si porque le gusta o sólo para apantallar a la gente. Quedamos en darle más vueltas con nuevos datos.
Y miré despacio y en griego la palabra es leirióessa, un adjetivo que significa 'de lirio', que Homero sólo utiliza aquí y también en otra pasaje en una pulla de Héctor a Ayante: le va a herir su piel de lirio (¿delicada como los lirios?) , le dice -chróa leirióenta-, un insulto muy gordo: hay que decir que Ayante era el más bruto de los griegos; en un poema Luis Alberto de Cuenca lo describe como una masa eminente de músculos). Por su parte Hesíodo sólo usa el adjetivo una vez (Teogonía, 41), referido a las musas del Olimpo, que tienen voz de lirio, pero ahí si que queda bien.
Y para salir del impasse miré en el gran proyecto del Homero de Chicago, llegué hasta las anotaciones en papiro, escolios y bibliografía, y no ayudaban mucho: eruditos que glosaban leirióessa como blando, tierno, delicado; que hablaban de sinestesia, pero poco más.
Y en el comentario de Kirk se pregunta si el chirrido de las cigarras es delicado. A los griegos evidentemente les gustaba (forma parte de los elementos que conforman su idea de un campo idílico). Quizá, piensa Kirk, haya una pizca de humor e ironía en la comparación: los ancianos, como las cigarras, no paran de hablar. O, como piensa W. B. Stanford ["The lily voice of the cicadas (Iliad 3.152)" Phoenix 23 (1969), p. 3-8; sólo pude leer el resumen, que el artículo no lo tenemos en mi Universidad] se quiera hablar de la intensidad de su voz.
Quizá Homero quería decir que la voz de los ancianos era insistente, repetitiva (por ejemplo con Néstor, el anciano, buenas palizas que nos da y siempre acaba dejándolo en evidencia), o que era quebradiza como los lirios, pero no sabemos.

6 comentarios:

  1. En todo esto hay un problema de referencialidad y otro de recepción. ¿Qué experiencia tenía un griego homérico de los lirios? ¿Hay lirios en Grecia? ¿Y en Galicia? En Madrid, jamás vi ninguno que no estuviese cortado y en un jarrón en una tienda de ropa modelna; y donde vivo ahora crecen solos, morados y amarillos, como flordelises que escoltan la entrada de la casa de mi anciana vecina. Pero esto no es Grecia, es un país frío y lluvioso y sin cigarras.

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  2. Lo cierto es que la Grecia actual está llena de flores: ¿por qué iba a ser distinto en la antigüedad? El canto de las cigarras viene a ser una especie de ópera rústica, tan natural y tan terca como la vida de los ancianos.

    (Concha)

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  3. O dicho de otro modo, un problema de botánica, otro de etimología, e incluso uno más de mitología. Yo sugeriría "voz atrompetada", porque el 'leirion' -que parece corresponderse con las liliaceas, como el lirio blanco y la azucena- tiene esa forma, como de cáliz, de tubo o de trompeta. Sería la voz que nosotros decimos "aflautada", y sí que se suele volver así la voz de los ancianos.
    Otra posibilidad, que nos lleva una vez más a la mitología, querido presidente de la AA, aunque no sé si fuerza mucho la etimología, sería la de relacionar ese lirio con la lira y esas cigarras con Titono, que antes de llegar a aquel triste estado tocaba la lira. La traducción entonces sería: su voz "de lira" o "alirada". Incluso, según veo, el término griego para cigarra ('tettix'?)acabó significando también "cantor" y "poeta".

    Lo de Héctor ya es de otro orden, que los lirios dan para mucho. Podría estarle diciendo "tu piel blanquecina" o "lechosa"(por lo de que se volvieron blancos por las gotas de leche caídas a la tierra cuando no sé quién -¿Hera?- amamantaba a no sé quién), o directamente algo así como "tu piel de nenaza". Sí que parece un insulto gordo, como para que Ayante se le tirara directamente al cuello.

    Mr. Quaker, en Grecia supongo que sí que había lirios, pero en Madrid también se dan de miedo. Es verdad que me trajeron los bulbos de Holanda hace un par de años, pero los planté en una jardinera en la ventana y salen solitos cada año,iguales que los de tu vecina, chulísimos (intentaré olvidarme de lo de la tienda de ropa modelna), amarillos y morados.

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  4. Estoy en León, pero busco un hueco para daros las gracias a los tres por los interesantísimos comentarios. Vamos a tener que seguiir dándole vueltas a la cuestión, que se ve que da para mucho más.

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  5. Yo creo, como apuntas, que se trata de una de esas metáforas que Homero heredó, pero que ahora resultan, al menos a mí, misteriosas y bellas. Es como lo de Atenea, la deidad de los ojos de lechuza. O el vinoso ponto. Es difícil averiguar qué tenía de vino el océano, pero, cuando uno se lo oye a HOmero, de repente el océano tiene algo de vinoso. El gran HOmero.

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  6. Angel, de la Iliada no sé nada y así aprendo con los que sabéis. Pero, por si te sirve para que vuelvas a superar a Lorca por otro lado, te mando un link a la elegía que hizo al morir María Blanchard.

    Es precioso, creo que te gustará. Volví a "querer" a Lorca, no a todo Lorca, pero sí a uno muy auténtico, escondido y sin complejos.
    http://www.bibliologia.info/archivos/ROCClorca1.pdf.

    Y perdón por si ya lo conoces. Sólo un poeta puede hablar así de una mujer jorobada. Y una persona buena. Creo.

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